viernes, 15 de mayo de 2009

La casa es un desastre severo.

Hola de nuevo.

A dos meses y dos días de la última vez que anduve por aquí ¡¡¡por fin!!! puedo sentarme a escribir.

La verdad es que estas semanas han sido titánicas.


¡Imagínate!... Ya nos mudamos a la casita nueva, esa que ya te había platicado que está en obra negra, y pues... ¡sigue en obra negra!... Con eso de la crisis económica mundial, nacional, y mi particular, extrema y caótica crisis, de plano nos tuvimos que poner a hacer adecuaciones para poder hacerla confortable y así darle paso al "Proyecto Pape" que sigue avanzando.






Todo por aquí está hecho un lío, pero nada comparado con semanas atrás.


Primero tuvimos que conseguir plomero para que nos instalara uno de los baños de acá, luego vino la demolición del baño que estábamos usando, después aplanamos la recámara de mi Bamboo y le colocaron la ventana, luego vino la vaciada de todo lo que teníamos enbodegado en la construcción, se lavaron paredes y pisos, se colocaron plásticos en las ventanas, se desarmo el tapanco de la casita vieja para poder hacer las puertas de aquí, se improviso la instalación de luz eléctrica de la planta baja, y... empezamos a mudar cosas... de adelante para atrás, de atrás para el patio y del patio al comprador de triques y fierro viejo y/o al camión de la basura.





Esto ha sido maratónico, cansado y desgastante, pero el sábado pasado por fin logramos dejar completamente vacío el cuartito y ese mismo día empezamos con las remodelaciones de allá. Ya se quitaron las ventanas y ahora hay que tapiar los muros y emboquillarlas en sus nuevos sitios, la ventanita que da a la calle va a dar paso a la puerta de la papelería, y como la puerta que daba al patio la ocupamos para el baño nuevo, ahora hay que colocar la puerta de herrería en ese lugar. También tenemos que cambiar las láminas de asbesto por durok y policarbonato, reparar un hoyo del piso, resanar paredes, pintar e impermeabilizar, además de hacer el mostrador y la vitrina -que van a ser de madera-, ingeniarnos un muro que sirva de división con la tras tienda, ver la manera de ahorrar en los trabajos de herrería para las protecciones y reinstalar el tapanco que va servir como bodeguita.


Todavía falta un buen ¿verdad?...

Ahora juntale a todo el show anterior que a mi organismo le pareció buena idea debilitarse con el trabajo y el calor y me reventé tres jornadas de gripe con sus respectivas rondas de antibióticos, antivirales y antistaminicos, con diferencia de una semana o diez días entre una y otra -lo bueno es que la última gripe se me termino antes de que dieran la alarma sanitaria por la Gripe A H1N1, que si no, seguro que no me salvo de acabar en el Hospital.

Y para acompletar el cuadro digno de una Homérica leyenda épica, como no hay money suficiente, los trabajos de demolición, remodelación, compra y traslado de materiales, resanado, pintura y experimentación, están siendo llevados a cabo por mi Chaparrito, mi Bamboo, el socio, otro amigo y Yo. Los que le hemos estado dando de tiempo completo somos mi Chaparrito y Yo, Bamboo se va a la escuela y solo nos puede ayudar los fines de semana, el socio tiene obras en su casa y solo puede un rato y un par de días, y Néstor también tiene sus cosas, así es que solo le damos lata cuando el trabajo nos rebasa mucho.


¿Cómo la ves?...

Así hemos andado estos últimos días.

Cansados, entierrados, atareados y con caos; pero con la esperanza de terminar pronto, porque eso de trabajarle con la construcción y las remodelaciones, sin descuidar, en mi caso, las cosas de la casa -ya sabes, ropa, trastes, comida, limpieza, y todo lo que se te ocurra-; el trabajo, en el caso de mi Chaparrito; la escuela de Bamboo; las deudas, la falta de money y todo lo que pueda surgir, la verdad esta muuuuy difícil... pero ahí la llevamos.

Hasta pronto.

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