miércoles, 4 de diciembre de 2013

Desamor.

Tu voz ya no llena los espacios,
tu andar no recorre los pasillos,
que lejana se ha hecho tu risa.
Tu cálida mirada ha muerto.

Los fríos fantasmas de las horas
llegan ávidos de tu presencia,
susurran y cuestionan... ¿Dónde estás?...
Amor, ¡ya no puedo encontrarte!

Busco frenética un recuerdo,
una sutil y tibia palabra.
Busco, quizá, hipócrita llanto,
tal vez una feroz carcajada.

Algo que me haga sostenerte,
aferrar mis manos a las tuyas,
mirar tu sendero como mío
y soñar tu sueño, como antaño.

¡Que alejados están nuestros caminos!
Triste realidad enmudecida,
del amor que se enfrentó al ocaso,
ayer esencia, hoy agonía.

TEPEYOLOHTLI.




Espero que te haya gustado.

Hasta pronto.
Un beso

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