Te cuento que hace unos meses sufrimos una perdida en mi familia política y eso me hizo pensar en lo complicado que es morirse hoy en día.
Despedirse de este mundo no solo deja tristeza y asuntos pendientes, también le acarrea a los deudos una serie espantosa de engorrosos trámites, idas, venidas, gastos y, por si fuera poco, falta de espacio en los cementerios.
Los espacios para panteones en el Distrito Federal ya están agotados y esto es un problema que va a reflejarse en muy corto plazo.
Imagínate, en la capital vivimos 8 millones de personas y se realizan 14 mil inhumaciones al año.
Por si fuera poco, los tramites de uso de suelo, el alto costo en los terrenos y la posible inconformidad vecinal hacen casi imposible encontrar un lugarcito en esta urbe para hacer nuevos cementerios.
Imagen de www.familysearch.org
En la actualidad todavía hay muchos ciudadanos que prefieren los entierros, es una antigua tradición que tenemos arraigada desde tiempos inmemoriales pero, a juzgar por las cifras, me parece que la mejor opción para equilibrar la demanda de cementerios en estos tiempos es la cremación.
Te explico el porqué de mi punto de vista:
Actualmente el Distrito Federal cuenta con 118 panteones, de los cuales 83 son vecinales, 14 delegacionales, 2 históricos y 5 generales.
En los panteones oficiales (públicos) hay 55,206 fosas disponibles y en los concesionados (a cargo de un particular) 2,652, lo cual da un total de 57,858 espacios en toda la Ciudad.
A esta falta de espacios hay que aumentar la problemática de la perpetuidad ya que los títulos de ésta se dejaron de otorgar desde la década de los 70's, ya que la Ley de Régimen patrimonial y Servicio Público determina que estos lugares son bienes de dominio público, por lo que nadie puede tener título de perpetuidad y hoy sólo se venden temporalidades.
Estas temporalidades son por 7 años y pueden renovarse en 3 ocasiones con un máximo de 21 años, después de eso la exhumación es irremediable.
Como podrás darte cuenta este asunto de la "última morada" no es tan sencillo porque con esto de la oferta y la demanda también pueden desalojarte de tu último terrenito.
Está de pensarse ¿verdad?...
Besos y hasta pronto.