lunes, 30 de junio de 2008

Se termina otra etapa.

Hola. Muy bonito inicio de semana.

Corriendo corriendo, pero alcancé a empezar antes de que se me volviera a terminar el día.

Te cuento que el fin de semana no me anime a prender la compu porque los aguaceros estuvieron tremendos, y entre apagones, rayos y truenos, me dio pavor que se volviera a quemar el módem.
Además si se se vuelve a descomponer la máquina, ahora si me cuelga mi Chaparrito del dedo meñique del pie izquierdo en el tendedero más alto de la casa, pero ya estoy aquí.

Fíjate que hoy fue el penúltimo evento escolar de mi Bamboo.
El anterior fue la semana pasada, el Martes por cierto, y ella participó en una obra de teatro que originalmente iba a ser una lectura dramatizada pero que acabó siendo algo totalmente diferente.

Se llamó "El león engañado", y si no me falla la memoria, yo recuerdo que es una fábula.

Pues bueno, entre que a uno de sus compañeros le agarró el pánico escénico y le atacaron las lagunas mentales, aquello termino siendo algo graciosisimo, pero todo un éxito.
Eran cuatro actores, un burrito, un perico, una gatita (mi Bamboo) y, por supuesto, el león.
Para no desentonar, al que se le borró el libreto fue al burrito, eso hizo que perico y la gatita se pusieran a cantar "a la víbora, víbora del amar..." para suplir las líneas, le ganó la risa al león que estaba tras bambalinas, y a partir de ahí todo fue improvisación pura.

Al principio del desgarriate la Profesora de Español tenía una cara de susto que no podía con ella, pero después ya no pudo contener las carcajadas.
El perico y la gatita hicieron participar al público, se adueñaron del show, y se llevaron las palmas de la mañana.
Imagínate que tan bien salió todo, que nadie de los presentes se dio cuenta de que la obra no era así -bueno, las maestras sí, pero ya que podían decir.
La verdad es que salió super bien, nos reímos mucho y, a fin de cuentas, el final fue el que tenía que ser, lo mismo que la moraleja.

Después de las lecturas, la obra de Teatro y el Teatro guiñol, pasamos a ver la exposición de trabajos finales de cada materia y cada Taller, también hubo mesas de trabajo para los papás y demostraciones prácticas de las diferentes cosas que aprendieron los chicos a lo largo del año escolar.

La actividad del día de hoy se llamó "Yo quiero decirte...", y estuvo programada por la Academia de Español.
Resulta que el día 12 tuvimos que entregar unas cartas para nuestros hijos y ellos, a su vez, una para nosotros.

Había ciertas reglas a cumplir:
  • Escrita en hojas blancas.
  • Hecha a máquina o computadora.
  • Mínimo una cuartilla.
  • Escribir solo en un lado de la hoja.
  • Poseer la estructura de una carta (fecha, saludo, cuerpo, despedida y remitente).
  • Que en ella se expresaran nuestros sentimientos y la opinión que tenemos de ellos.
  • Y que se les hiciera saber cuáles son los sueños, deseos y expectativas que tenemos para su futuro.

Además se le ocurrió que este trabajo era obligatorio para padres y alumnos, y para asegurarlo le dieron el valor del 40% de la calificación de éste último bimestre, ¿cómo ves?...

Ya supondrás que para mí no fue difícil escribir la carta, no porque escriba mucho, sino porque jamás se me ha dificultado decirle a mi pequeña lo que siento por ella, así es que me reventé dos cuartillas y cuatro renglones de pilón.

Pero la sorpresa me la lleve hoy cuando me pidieron que pasara al frente a leérsela.
¡Ahora si me agarro el nervio!
¿Sabes lo que es estar frente a una bola de adolecentes burlones y tener que leer?...
¡¡¡Es horroroso!!!

Por fortuna no soy una mamá muy cursi, eso no fue lo que me preocupo, si no que se la escribí igual a como se lo hubiera dicho, con todo y bromas, onomatopeyas y palabrejas.

Pues ahí voy, al frente del Auditorio, con las piernas temblando y la garganta seca; que llegó al atril y ¡zaz!, que no alcanzo, así que lo tuvieron que bajar un poco para que no me perdiera detrás de el; ya con eso tenía suficiente ¡¡¡me moría de vergüenza!!!, y todavía ni empezaba a leer.

Para mi sorpresa, no me quede sin voz ni me tembló como lo había supuesto, tampoco me desmaye ni me hice pipí del susto, creo que gusto lo que escribí porque me aplaudieron bonito, y ¿qué crees?... que volteo a ver a mi Bamboo para llevarle su carta, y tenía los ojitos llenos de lágrimas, la naricita roja y su mochila abrazada, a mi pequeña le ganó el sentimiento.


Ahora si se me van a acabar los eventos escolares.
Ya no más festivales, bailes, demostraciones pedagógicas, exposiciones y trabajos para el periódico mural.
Mi pequeñita ya creció.

El Domingo 22 presentó su examen para la Prepa, ya no va a requerir mi presencia en la escuela, ya empieza a caminar sola, y después de 15 años voy a extrañar las juntas, las firmas de boletas, el esstres, los gastos y las carreras de cada evento escolar.

El próximo Viernes solo me resta la Ceremonia de Clausura, la entrega de papeles y certificados, las Golondrinas y las lágrimas de los chicos.
Cuando se cierre la puerta de la Secundaría para mi Bamboo se habrá terminado una etapa más de escuela, y para mí se habrá terminado mi pequeña niña.
Solo espero que lo que está por venir sea tan bello y alegre como lo han sido todos estos años que me tienen llena de orgullo, recuerdos, fotos y cuadernos viejos.

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