viernes, 20 de abril de 2012

Es viernes...

...Luna está roncando de lo más a gusto en la puerta de la Pape, hace un calor tremendo, me duelen los pies y muero de sueño.

En las horas que van de trabajo la venta se resume en ¡¡¡un gis!!!... ¡Que flojera me dan los viernes!

Yo recuerdo que una de las reglas en casa de mi mami era que tenía que dejar la tarea hecha desde el viernes y, si era mucha, tenía de plazo hasta el sábado. 
La misma regla la aplique con mi Bamboo hasta el último año de Secundaría, pero en esta colonia veo a los niños tan quitados de la pena que, o no tienen tareas para fin de semana, o las dejan pendientes hasta el Domingo; cualquiera que sea la razón ¡la venta es bajísima este día!... y la tarde se me hace larga larga laaaaarga... Estoy aburrida.




Para colmo de males, el insoportable vecino de enfrente tiene su escandalazo. 
Imagínate a que grado pone el volumen de su estéreo que es imposible escuchar la música de la computadora, es más, hay ocasiones en que los clientes no escuchan lo que les decimos y viceversa. 

Pero trata de hacerle entender que contamina, molesta e invade, de plano es de esa gente con la que no se puede razonar; su intelecto es tan limitado que si le pides por favor que le baje a su ruido, por toda respuesta recibes una decena más de decibeles. 
"Así de fina es esta gente".

Si cuando menos variara la música, pero nooo...
No sale de su guaracha y los discos grabados en las tocadas de la "Changa".
Imagínate, lo mismo mañana, tarde y noche, los 365 días del año... ¡Es persistente el tipo!

Empiezo a creer que mi apatía por estas personas va a terminar por convertirme en sicópata o terrorista. 
Si yo te contara la cantidad de veces, formas y horarios en los que he imaginado hacer explotar ese estéreo, primero te tendría entretenido y botado de risa un par de horas, pero después ¡seguro que me mandas al psiquiatra!

En fin, ¿que se le va a hacer?... aquí me toco vivir.


Hasta mañana.
Besos.

No hay comentarios: