Los niños de mi calle.

Hola de nuevo, ¿qué tal va tu día?...

Yo estoy en la Pape, tratando de aplicar la filosofía "hakuna matata" para mantener la calma, y es que en la calle, justo enfrente de mi entrada, hay un incansable grupo de 10 enanos jugando fútbol al más puro estilo "salvajus desenfrenadus".

¿Te los puedes imaginar?... corren para acá, corren para allá, y en cada carrera gritan más fuerte. 
Yo no me explico "¿porqué?", pero empiezo a creer que la potencia del grito tiene algo que ver con el magnetismo que pudieran tener las improvisadas porterías para tratar de atraer el "gol" que se niega a caer. Creo que la táctica no es la mejor para la portería, sin embargo funciona perfecto para los autos, portones y bardas de la calle, ¡¡¡ya no les falta ninguno!!!

Y si así están hoy, ¡imaginate como estuvieron durante los quince días de vacaciones!
No pasaban de las 11:30 de la mañana sin que se dejaran escuchar. Nos daban el beneplácito de dejarnos comer en silencio a eso de las 3 de tarde y a partir de las 4 o 5, y hasta pasadas las 10 de la noche, los tenías de regreso en la calle, incansables, frenéticos y gritones.

Durante esos mismos 15 días me atrinchere en la casa para no ser víctima de los certeros cañonazos de su balón que por supuesto no le atina a la portería, pero tiene como blanco fijo el mostrador de la Pape.

Pero no creas que esos días sin trabajar me mantuvieron totalmente a salvo, noooo...
Ciertamente me protegí un poco del ruido y protegí la Pape de algún accidente o estrago mayor, pero la invasión de balones y pelotas se hizo presente en el patio. Hubo días en que una, dos y hasta tres veces regresamos la "bolita, por favor".

Para mediados de la semana pasada tuve que cambiar de estrategia y, una vez que cayó la primera invasora, salí con la actitud más pacifica que pude encontrar para hacer una declaración de cese a las hostilidades a todo el ejercito enemigo: "Es la ULTIMA vez que la regreso ¿ok?..." 
Así se acabo el problema -¿cómo no lo hice desde el primer día?...

 

 Imagen de metatube.com

Pero en fin, ya se acabaron las vacaciones y con ellas mi refugio. No hay de otra que tolerarlos un poco. A ellos les encanta  estar justo aquí afuera -aunque no se porqué razón- y Yo necesito clientes...

Hasta pronto.
Besos.