sábado, 15 de marzo de 2008

Terminemos otra semana.

Hoy fue un muy buen Sábado.
Realmente estoy contenta. Trabaje solo unas cuantas horas, ya iniciaron las vacaciones, mi Bamboo subió el promedio de calificaciones en la escuela de computación, voy a poder estar con ella y mi Chaparrito toda la semana y, como bono adicional, mi hermana Chelo vino de visita.
Ella vive en Mérida desde hace tres años. Nunca hemos sido muy unidas pero de verdad que me dio mucho gusto verla.
No pudimos platicar mucho porque ahorita es el centro de atención en la casa -lógico-, pero espero que tengamos oportunidad de volver a vernos en la semana.

Es extraño, pero parece mentira que en 33 años solo nos diéramos tiempo de conocernos 15 días, y fueron justamente los últimos días en que vivió en el Distrito. Pudimos convivir y platicar en el trabajo, porque me quede cubriendo su puesto, y creo que nuestra relación hubiera podido ser mejor si no nos hubieran separado tantas cosas.
Es una de mis hermanas mayores y cuando Yo nací Ella ya se había ido de la casa, o estaba a punto de hacerlo.
Se caso muy joven, al grado de que lo primero que recuerdo de ella fue cuando coincidí con su hija mayor en el Kinder. Por supuesto ya no me fue facil ubicarla como una de mis hermanas, sino como la mamá de una de mis amiguitas, sabía bien quien era, pero a fuerza de distancia no la reconocía como alguien familiar.
Creo que también fue en ese momento cuando volvió a tener relación con mi Ma'.

Por algun tiempo nos vimos seguido en casa, pero siempre me sentí desintegrada de la honda de mis hermanas, nos separan tantos años de edad, condiciones de crecimiento, familia y educación, que nunca me fue fácil involucrarme. De hecho, en ese momento, los hijos de Chelo eran mis compañeros de juegos; tampoco sé en que momento nos empezamos a distanciar, pero al paso de los años ya ni siquiera con ellos mantenía, ni mantengo ahora, relación.

Hay personas que crees que conoces, pero la realidad es que te acostumbras a verlas, a convivir con ellas, a tenerlas presentes, pero no aprendes a conocerlas; eso mismo me paso con mis hermanas. Tengo tres, de las cuales solo considero como tales a dos, pero nada más veo a una.

Algo parecido sucede con mis hermanos, también son tres -más bien eran tres-, a uno lo dí por muerto y enterrado el mismo día que sepultamos a mi Pa', a otro lo deje de ver hace como 10 años por un pleito que tuvo con mi Ma' y por el que nunca más regreso a la casa, y al tercero lo quiero muchisimo, fue con el que más convivi, jugue y reñí, pero no llene las expectativas que tenía de mí, así es que también nos perdimos en el camino.

No te voy a decir que me duele, o que deseo que nos unamos mas, porque no es cierto. A los que de verdad quiero, los quiero con todo el corazón, sin reservas ni pretensiones; a los que ya borre de mi vida, los borre sin rencores, arrepentimiento o remordimiento alguno.

Ahora que está aquí Chelo me siento muy contenta. Tengo la total disposicion de volverla a ver en la semana, y de verdad tengo ganas de estar otro ratito con ella. Pero también sé que si ya no nos podemos ver antes de que se vaya, ninguna de las dos se va a lamentar por ello, ya habrá otro momento. Por mi parte el cariño sigue aquí, no lo cambia la distancia, la comunicación o el tiempo, solo existe, y siempre está fresco para recibirla con los brazos abiertos y una sonrisa.

Por hoy te dejo. Que tengas un bonito fin de semana y hasta el Lunes.

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