viernes, 21 de marzo de 2008

Ya estoy de regreso.

Hola otra vez.
Mil disculpas por tenerte tan abandonado estos días, no estaba muerta ni andaba de parranda, ¡eh!. Lo que sucedió es que tuve la grandiosa ocurrencia de hacer cambios en casa.

Todo empezó por la necesidad de mover la computadora de sitio para que la luz no afectara a Bamboo por las noches, una cosa llevo a la otra, y en menos de lo que te imaginas, ya tenía una reverenda revolución. Termine cambiando la disposición de los muebles de la cocina, moviendo sala, cambiando los cuadros de lugar, haciendo limpieza y ¿qué crees?... pues que la computadora fue lo último que se movió y, por supuesto, lo último que se conectó.

La verdad es que no creí que nos ibamos a tardar tanto, pero es increíble la cantidad de porquerillitas que uno va guardando, y luego ¡el polvo!, ¿alguna vez te has preguntado de dónde sale tanto?... pasé horas limpiando, y lo más dramático del asunto es que hoy ya hay polvo de nuevo.

A pesar de que no dormí del lunes al martes por tratar de terminar, la ardua tarea de poner en orden se me prolongó hasta ayer a las 2 de la mañana.
Según Yo, me iba a dar el tiempo suficiente de escribirte aunque fuera solo unas cuantas líneas, pero después de darme un buen baño, "azote como res", tanto así, que me reintegre al mundo hasta ayer a las 12:30 del día.

Por si no hubiera sido bastante con el desgarriate que les hice en la casa, el Martes en la noche mi Bamboo quemó el interruptor principal de la luz, ¿cómo?... pues con la regadera, sucede que aquí usamos regadera eléctrica y a mi princesita se le ocurrió que podía cerrar y abrir la llave del agua en cuanto dejara de calentar para que volviera a hacer contacto. La regadera ya cuenta con un dispositivo que la apaga automáticamente a los 10 minutos de uso continuo, esto con la finalidad de evitar sobre-calentamientos o descargas, pero si se le cierra en ese momento y se le vuelve a abrir al agua, se enciende de nuevo. Ve Tú a saber cuantas veces seguidas lo hizo, el caso es que se derritió el interruptor, y pues ya ni forma de componerlo a esa hora y mucho menos de prender la computadora.

En fin, ya con todo en su nuevo sitio, con interruptor y fusibles nuevos, con la firme promesa de que no vuelvo a mover muebles de aquí a un año, y con unas buenas horas de descanso, estoy de regreso.
No han sido realmente unas vacaciones de descanso, pero la verdad que he disfrutado mucho poder estar tanto tiempo en casa, aunque Yo creo que mi Chaparrito ya alucina cada vez que le digo la frase "no crees que esto se vería mejor allá".

Por hoy te dejo, si no se me va a ir otra noche sin dormir, y con eso de que el sueño es la mitad de la vida, se me hace que Yo ya le he restado como un mes a la mía.

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