Dos amigos.

Hoy te voy a contar una historia.

Hace poco más de 16 años, entraron en mi vida dos personas. En ese momento eran dos jóvenes ceceacheros, llenos de sueños, proyectos, metas y ambiciones. Eran amigos entonces, y lo siguen siendo ahora.
No necesite mucho tiempo para conocerlos, siendo Yo también ceceachera, pronto nos unió una fuerte amistad.

Uno de ellos era un prometedor estudiante de música, en sus manos una guitarra podía sonar celestialmente y su voz -¡que voz!- tenía, y aún tiene, una potencia que puede hacer vibrar a las entrañas de la Tierra. Es un ser que brilla donde quiera que esté parado, su conversación es enriquecedora y amena, lo mismo puedes platicar con Él del precio de los jitomates, que de temas profundos, graciosos o trascendentales. Era un líder nato, algo vanidoso y, aveces, un poquito arrogante, pero aún así, con un carisma pocas veces visto. Aveces fanfarroneaba un poco, pero nunca perdió el piso ni el respeto de lo que era, o la esencia de quien era.
En toda la extensión de la palabra "una persona con estrella".

El otro tenía un físico envidiable, era muy guapo, y aún ahora es muy atractivo. Hacía muchisimo ejercicio, era scout, rapeleaba, nadaba, sabía artes marciales y soñaba con ser piloto aviador. Era muy simpático y tenía un pegue de locura. Sin embargo, siempre sintió que todas sus virtudes eran pocas a lado de las de su mejor amigo, así es que empezó a vivir a la sombra de Él; copiaba sus frases, actitudes y forma de andar, trataba de contar los mismos chistes, de conquistar a sus novias, incluso cantar y tocar la guitarra. Empezó a inventarse una vida totalmente ajena a lo que era, hasta que acabo creyendo sus propias chocoaventuras. Siempre con miras a ser más interesante, más carismático, más atractivo y más interesante que su amigo, un buen día se convirtió en una copia tan burda del joven músico, que quedo relegado al papel de patiño. Todos los demás cuates hacían mofa de Él, nadie le creía ni la mitad de lo que decía, había quien se burlaba en su cara de su nueva actitud, y fuimos muy pocos los que seguimos considerándolo un amigo.

Al paso de los años la vida de ambos tomo caminos distintos.

El músico dejó la escuela, se casó y fué padre muy joven. Su vida no ha sido cosa fácil, pero nunca se ha dejado vencer. Tiene una familia estable y que lo adora, su hija y Él son los mejores amigos, y con su esposa vive un eterno romance. Nunca abandonó su música ni sus ambiciones, pero a sabido convinarlas con la vida de hogar y trabajo. Ha tenido que renunciar a muchos sueños de adolecente, pero siempre con miras a que lo que está por venir será mejor. Nunca se ha dejado de poner metas, y de trabajar fuerte para alcanzarlas. La mayoría de las veces anda sin un clavo en la bolsa, pero es sorprendente su actitud ante la vida, se le ve feliz, pleno y satisfecho con todos sus logros.
Por ahora ha dejado los escenarios, pero en ningún momento de su vida a dejado de estudiar, practicar y perfeccionarse. Es maestro de niños preescolares, y es realmente maravilloso verlo con el revuelo de pequeños detrás, parece "mamá gallina"; no hay un solo niño que no quiera estar en su clase, ni uno solo de quien Él no aprenda algo. A pesar de todas las vueltas que le ha dado la vida, y de lo difícil que ha sido su camino, sigue siendo Él.

Mi otro amigo termino su carrera, ahora es Psicólogo, pero nunca se tituló porque no entregó la tesis; siempre convencido de que es alguien fuera de serie, no acepto la crítica a su propuesta y decidió no intentarlo otra vez. Hizo un matrimonio muy ventajoso, con una mujer de bastante buena posición, exitosa, comprensiva, noble y que lo amaba profundamente, así es que empezó para Él una vida de vogancia económica, comodidad y deleites que no conocía. Tenía un buen trabajo y un departamento envidiable, comía en los mejores restaurantes, salía de vacaciones dos o tres veces por año, y simplemente no tenía casi nada de que preocuparse.
Pero en una vuelta de la ruleta se quedo sin chamba, el money de la liquidación se acabó en pocos meses, el sueldo de su esposa no alcanzaba para seguir con el mismo rol de vida, y su situación empezó a cambiar. Se tuvieron que mudar a uno de los departamentos de sus suegros, al poco tiempo nació el primero de sus hijos, su esposa ya no tenía el cuerpo que a él le gustaba, y la relación con su familia política era malisima.
Han pasado ya siete años y sigue sin trabajo, haciendo proyectos que nunca llegan a concretarse, soñando en millonarios negocios y en tener un sueldazo que ya quisiera el Presidente. Desde hace años dejo de amar a su esposa, pero vive a sus expensas, y dice que adora a sus hijos, pero se escuda en ellos para justificar sus errores.
Dramáticamente, en todos estos años, se fue poniendo las mascaras y las personalidades de tantos amigos y conocidos suyos, que se perdió. Su imagen es un licuado de "N" cantidad de seres, su vida está vacía y su esencia perdida, es aprendiz de todo y oficial de nada, no tiene rumbo, ni metas reales, se deprime con gran facilidad, y los mejores años de su vida laboral se fueron al caño.

Imagina pues mi sorpresa al verlos juntos hoy.
Son dos vidas totalmente diferentes, pero que se han desarrollado paralelas durante tantos años.
El psicólogo sigue envidiando la vida del músico, creyendo que aún puede ser como Él, añorando los años ceceacheros, y convencido de que se merece una vida mejor a la que tiene. Aún hoy trata de ser su sombra, de colgarse de sus triunfos, sus habilidades y su alegría. No cosigue concretar un proyecto o una idea sin consultárselo, o tratar de involucrarlo. Necesita la credibilidad de su amigo para respaldarse Él mismo. Lo busca, le llama y lo sigue. Está convencido de que son un duo, pero hace creer a los demás que es su buen amigo quien lo necesita.
No creas que el buen juglar no se ha dado cuenta; sabe bien lo que sucede y ha tratado de hacérselo entender. Aveces se molestan y dejan de verse por un tiempo, pero en "honor a la amistad" no ha querido dejarlo solo. Aún hoy está convencido de que su amigo se puede reencontrar.

Yo la verdad no lo creo.