sábado, 9 de febrero de 2008

Un vecino de tantos.

¿Puedes creer qué haya alguien tan inconsciente que, viviendo en la acera de enfrente, ponga su "música" a un volumen tan estridente que Tú seas incapaz de escuchar tu televisión?...

Pues creelo. Yo tengo a ese espécimen como vecino.
Te juro que ya alucino "La guaracha sabrosona" y "La paloma". Dejando a un lado que ese tipo de música no me gusta, me parece que es una postura muy egoísta y, por que no, inculta, el no tomar en cuenta que no eres el único individuo que vive en esta calle.
No veo porque tengo que soportar su ruido infernal a cualquier hora del día. Eso de despertar con la frasesita de "saludos a todos los vecinos de ... de su sonidero changa changa changa...", ya me está safando un cable del coco.
Por si pareciera poco, después de que se me ocurrió pedirle que moderara su volumen, en cuanto me ven llegar del trabajo lo ponen con más ganas.

Espero que Tú no seas así. Definitivamente el secreto de la convivencia radica en el respeto. No puedes ir por la vida molestando a los demás, si no quieres que te estén molestando a ti.
No soy un ramillete de virtudes pero, dentro de lo humanamente posible, me considero un ser tolerante; sin embargo creo que no es mucho pedir que dejen de vibrar los vidrios de casa, poder despertar después de las 9 de la mañana un domingo cualquiera, y que al hablar por teléfono no me pregunten: ¿Tienes Fiesta?.

¿Tú qué opinas?...

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