Personalmente no me agradan las telenovelas; de hecho, considero que son una epidemia que se transmite de generación en generación. Siempre he pensado que no es necesario clavarte en una historia que no tiene nada que ver contigo, que es irreal, muchas veces nociva, y que además te esclaviza a su horario. Sin embargo, respeto mucho a todas las personas que gustan de verlas (la gran mayoría de mis amigas y familiares las ven).
Cuando las niñas, o las adolecentes, han crecido frente a esas historias -aún que no lo creas- se forman parámetros, aspiraciones y conductas que rara vez realizan en su vida.
Por ejemplo:
El clásico galán guapísimo, de dinero, dechado de virtudes y romántico, que se enamora de la chica pobre, ingenua y buena, que termina siendo la heredera perdida de un arrepentido millonario.
¿A cuántas de las chicas que lo ven crees que sería posible que les ocurriera algo así?...
Otro ejemplo:
La pobre mujer burlada, a quien la vida a tratado horrorosamente mal. Creyó que la amaban y se entrego, pero el ingrato no la quería de verdad y la bota en cuanto se entera del clásico embarazo imprevisto. Pasa hambre, frío y penurias, hasta que aparece un flamante príncipe azul que la ayuda, la ama, la rescata y, sin importarle nada, acaba por casarse con ella, reconocer a su vástago, y viven felices para siempre.
Mmmmm.... ¿Conoces alguna historia real como esta?....
Un último ejemplo:
El adolecente de lana que se la pasa de antro. Vive en el reventón cometiendo burrada tras burrada, no le interesa la escuela ni el futuro. Hoy se embriaga y se encama con la chava de turno, mañana choca el coche pero papí, o mamí, le arreglan la bronca. Termina hasta drogándose pero logra salir adelante sin problemas. No se contagia de nada a pesar de su descuidada vida. Nunca se mata aun que tenga bárbaros accidentes. Nunca pisa la Delegación porque tiene mucha suerte, o sus papis lo sacan del apuro. No tiene responsabilidades, límites u obligaciones, pero eso sí, tiene mucha lana, mucha suerte, está guapísimo y, al final, logra recuperar el rumbo, madura, se convierte en un hombre de bien y responde por todos sus errores.
Aha.... Como si fuera tan fácil dejar las drogas, recuperar el tiempo, enmendar errores y tener un final feliz, pero ¿cuántas chavas no sueñan con alguien así?.
Te podría enumerar más ejemplos, pero no es necesario. Lo que realmente quiero decir es que muchas de las pequeñas frustraciones de la vida se las debemos a las telenovelas: El amor de nuestras vidas no siempre es el ser más guapo; rara vez nos soluciona la vida emocional, o económica, un maravilloso príncipe azul; en la vida real los errores se pagan caros y no es tan fácil recuperarse de las caídas, hay que luchar muchísimo para poderle poner un final feliz a cada día, porque mañana es una nueva historia.
No te claves en la televisión, hay un mundo allá afuera que te ofrece miles de historias reales. No sufras por personajes inexistentes y alegrate de tener tu propia historia, entregate a ella, vivela con pasión, aprecia todo lo que ha sido y lo que todavía puede ser, ama tu realidad y, al final del camino, seguro que tendrás un verdadero final feliz.
Bueno, dejando todo mi rollo a un lado. Si Tú sí eres de esas apasionadas telenoveleras, te cuento que azteca trece tiene una nueva propuesta que arranca el próximo Lunes (11 de Febrero) por ahí de las 8:00 u 8:30 de la noche, se llama "Tengo todo excepto a ti". Desconozco a ciencia cierta la historia, pero por los promocionales dedusco que gira al rededor del reencuentro de un hombre y una mujer que, por azares del destino, no pudieron continuar con su idilio; y la repercusion que este encuentro tendrá en las vidas, las familias y las parejas que ambos tienen actualmente.
Participan los señores Gonzálo Vega y Rafael Sánchez Navarro, a lado de Rebeca Jones y Margarita Gralia, entre otros actores. Como puedes ver, el reparto estelar es de 10, pocas veces se ven a tan excelentes actores juntos, así es que puede ser una buena opción para ti.
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