miércoles, 23 de abril de 2008

Que polifacético día.

Buenas, lluviosas y airosas noches.

Justo ayer, que celebrábamos el día de la Tierra, te mencione algunos de los arranques de rebeldía que ha tenido nuestro planeta en su afán de mantener el equilibrio, y hoy nos da muestra de ello con tremenda nevada en California, E.U., y con los ventarrones y el aguaceraso torrencial de hace unas horas aquí en el Distrito Federal.
No sé a ti qué tal te tocó la lluvia, pero a eso de las 5 de la tarde, en la Colonia Roma estaba cayendo un verdadero diluvio.
De hecho pensé que me iba a quedar refugiada en el consul durante un buen rato porque, no solo no llevaba paraguas, si no que también me fui muy primaveralmente vestida, y no soy tan audaz como para salir a la calle con huaraches y dejar que mis piececitos se metan a los charcos con quien sabe que cantidad de porquerillitas.
Afortunadamente por ahí de las 6:15 dejó de llover por completo, y rauda y velozmente que agarro bolsa, llaves y basura para salir huyendo, no fuera a ser que me sorprendiera de nuevo el aguacero.
Lo más increíble fue que bajando del trolebus me encontré con un tremendo solesote que ya hasta estaba secando la calle. Entro al metro, y cuatro estaciones después me despeina y decora con hojitas y tierra un ventarrón bárbaro. Tomo la combi, y al bajar en la esquina de la casa que me saca una foto el cielo, y tres metros antes de la puerta finalmente me moje porque Tlaloc volvió a abrir la llave sin previo aviso.
Vaya que no puedo decir que tuve un día incompleto. Si lo vemos fríamente, me tocaron tres estaciones del año en solo un par de horas, solo me faltó un poco de frío, porque aunque si refresco la noche, no es como para ponerse suéter.
Ahora si que va a ser un lío escoger la ropa para cada día. Si te vas con zapato cerrado y pantalones, te rostizas con el calor matutino; pero si te vas de huaraches y falda, te mojas los piesitos con las lluvias y se te reseca la piel con los ventarrones.
En fin, no queda otra más que acostumbrarse al cambio climático, y cargar paraguas y chamarra. Lo único que espero es que no vuelva a haber tantas inundaciones como el año pasado, si no ya andaremos cargando también un kayak.
Hasta mañana.

No hay comentarios: