martes, 29 de abril de 2008

Se adelanto la temporada de lluvias.

¿De dónde ha salido tanta agua?...

No cabe duda que con un solo día que te desconectes de la televisión, la radio, el Internet o el periódico, se te puede caer el cielo encima y ni te enteraste como fue. Y eso precisamente me pasó ayer.

Como el consul va a estar muerto esta semana, ayer me lleve un libro para matar las horas sin actividad, extrañamente se me fue todo el día sin ver televisión ni prender el radio, tampoco salí a la hora de la comida porque vi muy nublado y no me quise arriesgar a una mojada.
Yo calculo que serían por ahí de las 4 o 4:30 de la tarde cuando escuché que la lluvia golpeaba en las ventanas de las dos oficinas, no le tome mucha importancia y solo fui a revisar que estuvieran bien cerradas para evitar que entrara agua, me regrese a mi cubil, me prepare un cafecito y continué con mi lectura.

La verdad es que si se escuchaba el estruendo del aguacero y el constante caer de agua por las tuberías, pero ni se me ocurrió asomarme a revisar que tan fuerte estaba.
Para la hora en que salí -serían como las 6:20 de la tarde- ya solo persistía una lluviesita ligera, pero el camellón de Alvaro Obregón estaba completamente tapizado de hojas, algunos locatarios estaban levantando las coladeras para ayudar a que se fuera más rápido el agua, algunos negocios se inundaron, había tramos de banquetas cubiertos totalmente por el agua, charcotototes por todos lados, y calles completas estaban sin luz, ni siquiera servían los semáforos.
Aún así no me imagine que tan tremenda había estado la lluvia.

Como cuando llegue a la casa mi Bamboo y mi Chaparrito estaban jugando Play, pues tampoco vi televisión; me dí un baño, cenamos, te escribí y me fui a dormir mas temprano de lo acostumbrado.

¡Imaginate mi sorpresa hoy, cuando voy viendo los encabezados de los periódicos en la mañana!.
En la Delegación Cuauhtemoc, que es justamente por donde Yo ando, hubo un buen de inundaciones, el apagón duro varias horas y hasta se cayó un árbol, y no solo fue lluvia, si no una granizada marca diablo. Creo recordar que en Iztapalapa hubo colonias en donde el agua subió hasta 70 cm., y no sé que mas desastres pasaron en otras dos Delegaciones, además de que se inundó el segundo piso del Periférico -¿cuándo no?...

Y yo durmiendome en mis laureles, sin preocuparme siquiera de echar un ojito a la calle.
Afortunadamente cuando salí ya había pasado lo peor, me moje un poquito y me tarde más de lo acostumbrado en poder llegar, pero nada extraordinario.
De todos modos a partir de hoy voy a estar mas al pendiente de lo que sucede en la calle; ya me paso el año pasado que, por no checar qué onda con la lluvia, pude salir del edificio hasta las diez de la noche que empezó a bajar la inundación, como no había luz no sabías ni que andabas pisando, el agua me llegaba hasta las pantorrillas, y hasta después de media hora logré conseguir un taxi, porque ni peseros, ni camiones y mucho menos el trolebus, aparecían por ningún lado.

Ahora sí que dependemos en gran medida de los medios de comunicación, por lo menos para saber por dónde es posible pasar caminando y por dónde se necesita lancha, también para enterarnos un poquito de que vialidades se pueden usar y de cuales están de plano inaccesibles, y por último, para prepararnos psicológicamente sobre los tiempos de traslado y lo que vamos a encontrar camino a casa.

Ni modo, las lluvias llegaron antes de lo previsto para hacer mancuerna con los frentes fríos que todavía no terminan, nos robaron algunas semanas de primavera, pero nos dieron una salvadota del calor. ¿No crees?...

A cargar paraguas, impermeables, chamarras y botas. Cuidate mucho, porque con tanto cambio de clima las infecciones están a la orden del día.
Hasta mañana.

No hay comentarios: